Ahogándome en este mundo que agoniza, abro los ojos bajo el agua, para ver el suave reflejo de tu mirada, con el va y ven de las olas vienen a mi mente flashes del recuerdo del va y ven de la fricción de tu cuerpo, tu cuerpo y mi cuerpo en una balada bajo el mediterráneo el reflejo se difumina entre las olas que lavan mi herida herida que sesgó tu muerte, por lo que decido que la sal de las olas se beneficien de mi cura, así desistir de mi amargura.
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